Llevan ya siete reuniones y tienen un problema, o dos. El primero es que la situación económica municipal en el consistorio de Jerez -como en cientos de ayuntamientos españoles- es más que preocupante. Es todo un drama pagar las nóminas a final de mes. Los sindicatos han convocado mañana una rueda de prensa, a mediodía, en la que anuncian importantes asuntos, sobre todo la razón por la que se han levantado hoy de la mesa. Estaremos atentos. El segundo es un sindicato.
Pero una cosa está clara, gobernar un municipio se ha convertido en potro de tortura, en un caballo salvaje que brinca y rebrinca con grave peligro para el jinete o la amazona de turno. Y otra, nadie tiene derecho a tener productividades estratosféricas a costa de mis impuestos. Esta gente no entiende que sus jugosas nóminas de todos estos años nos importan a los ciudadanos. Y que nos da igual si se van a tomar por saco, porque con nuestro dinero no se juega. Sean valientes, coño, y tiren de la manta: austeridad sí, con dos dos ovarios y dos cojones. Pero ya.