16 mar 2010

Playas en mal estado ¿y la pasta?

La teniente de alcaldesa del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Cádiz, Paloma Bordóns, ha lamentado la “absoluta falta de seriedad” de los gobiernos socialistas de la Junta de Andalucía y del Gobierno central “al descubrirse que los 80 millones de euros anunciados a bombo y platillo para regenerar las playas afectadas por los temporales no sólo no existen, sin que parezcan que vayan a existir, según nos hemos enterado por los medios de comunicación”.
La edil ha subrayado que “no es de recibo la actitud de la Junta de Andalucía y del Gobierno Central, este último a través de la demarcación de Costas, mintiendo acerca de estos 80 millones, que ahora afirman que no se van a presupuestar sino que fue una valoración aproximativa y que las aportaciones económicas para regenerar las playas se efectuarán con cuantificaciones precisas realizadas por provincias”.
Bordóns considera que este “falso anuncio” ha sido “un insulto a los municipios afectados, ya que al mentir han ninguneado la preocupación general de los ayuntamientos y sus ciudadanos, afectados por el estado de las playas, que son decisivas en economías locales fundamentalmente turísticas”. La responsable del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Cádiz ha destacado la “falta de sensibilidad” de ambas administraciones socialistas “entendemos que para acallar peticiones, demandas y sobre todo, críticas” por la inacción de la Consejería de Turismo y del Ministerio de Medio Ambiente. Paloma Bordóns ha recordado que “anunciaron que la regeneración se realizaría después de Semana Santa para que pasaran los temporales previstos hasta el mes de abril, pero ahora, y como se ha descubierto el pastel de que no hay partida presupuestaria, anuncian que empiezan a trabajar ya. La cuestión es si ahora ya no va a haber o no importan esos temporales que según ellos iban a continuar asolando las playas hasta después de Semana Santa”.
Paloma Bordóns ha enfatizado que “tanto la Junta como Costas deberían pedir perdón por la desvergüenza y el oportunismo político del que tan lamentablemente han hecho alarde”, ya que “han mostrado que les importa muy poco el sector turístico, las economías locales, los pequeños y medianos empresarios que dependen de las playas, los ayuntamientos demandantes, los propios turistas, y en definitiva de todo el sector económico que depende de las playas”, una actitud “políticamente torpe y absolutamente falta de escrúpulos políticos, en un momento de crisis económica en el que los municipios esperan la llegada del buen tiempo para que sus playas sean un reclamo turístico de primer orden”.