Bien. Si la alcaldesa se hubiera dado cuenta -en realidad sus torpes responsables de comunicación, políticos y técnicos, muchos de ellos apartados felizmente de su entorno- de las tremendas posibilidades que ofrece la radio televisión municipal (y no será porque Rollán no lo ha ido advirtiendo sin éxito) posiblemente otro gallo le hubiera cantado.
El programa emitido ayer, poco ágil en muchos momentos, es un buen paso, pero han de darse otros, no hay que perder la esperanza. Y le ha servido, pero la profesora Sánchez debería haberse encontrado con preguntas más incómodas, o sobre la 'ruina' de las cuentas municipales, la famosa 'herencia' recibida de la gestión megalómana anterior.
Pacheco, por las mañanas, aprovechaba sus carreras matinales para ver la ciudad más de cerca. Si la profesora paseara más por el centro se daría cuenta que está muerto tras el cierre de la actividad comercial y que todos los jerezanos no tienen pasta para largarse fuera los fines de semana. La crisis no debe significar un verano mustio con helaítos en la plaza del Arenal ante el tiovivo.
La profesora Sánchez -hay que ver lo que han significado los docentes para la política- estuvo convincente al hablar de su futuro político, donde se adivina una incógnita. Que le den libertad a los profesionales de Onda Jerez, pero en serio, con rigor y abran las puertas a otra sociedad civil menos rancia que la que han promocionado hasta ahora algunos piezas bien pagados. Vale, no ha estado mal, pero como ciudadano quiero más libertad, más acción. Menos miedo.