Zapatero es el problema. Es la frase que escucha, cada vez más, en entornos socialistas de poder. Pues bien Bono podría sustituir perfectamente a Zapatero. Hoy es noticia y de todas las informaciones destaco la de El Mundo, que vincula la ruptura al acoso y derribo que sufre la tercera autoridad de España desde hace meses, partiendo del Grupo Intereconomía -con un relativo apoyo del PP- y que lo ha dejado muy 'tocado' en todos los órdenes. He leído con atención todo lo que se ha venido publicando y, lo siento, le sigo teniendo simpatía personal al dicharachero ex presidente de Castilla La Mancha.
El plano político es otro cantar, pero no estamos sobrados de personaje con relieve para asumir grandes tareas de Estado. Bono tiene porte, estilo -hasta para separarse, como su mujer, de mutuo acuerdo- y es una amenaza para el PP (hay parte de su 'clientela' a la que le cae bien) y mucho más para Zapatero. Y creo que lo segundo es más peligroso para Bono que lo primero.
Recuerdo que una vez le pregunté, siendo sufrido corresponsal de El Mundo, a Felipe González cómo se sentía mientras su cúpula de Interior se sentaba al ante el juez. El entonces presidente (fue en Castellar) dijo que ponía la mano en el fuego por ellos. Pues bien, el ex ministro del Interior José Barrionuevo asegura que está sorprendido de que desde el PSOE «se proteja y se jalee» al juez Baltasar Garzón -que tiene tres causas abiertas en su contra en el Tribunal Supremo-, ya que en su momento «hizo todo lo posible por meter a Felipe [González] en la cárcel y que viniera Aznar, y que actuó al margen de los principios constitucionales».
Así se expresó en una entrevista que publica la revista Vanity Fair, en la que opina sobre los principales temas de la realidad española. A su juicio, dijo en referencia a Garzón, «hay jueces que tienen un interés extrajurídico, político o publicitario», y destacó que e l Tribunal Europeo de Derechos Humanos «ha declarado que el primer proceso que hizo famoso a Garzón, en el que tengo algo que ver, mostraba una actitud prevaricadora», y se muestra convencido de que el magistrado reabrió el caso GAL «como una vendetta personal».
José Barrionuevo reconoció que «la nueva generación del PSOE no ha consultado a la vieja generación», aunque matizó que «eso suele suceder». Sin embargo, el ex ministro considera que «quizá algunos errores no se hubieran cometido de haberse tenido más en cuenta que el mundo no empezó en el 2004», explicó. Me quedo con esa frase. Menuda andanada.