15 dic 2010

Es hora de valientes




(*Alguien me ha mandado este correo, lo reproduzco tal cual...)

Carta al dios falso

"Es hora de valientes. Y no de pusilánimes. Nunca lo he sido, pero la realidad es que a veces es tan duro e injusto lo que te rodea que te vienes abajo. Pero dura poco, apenas un rato, porque siempre hay quien te echa una mano y te ayuda a incorporarte.Y sobre todo porque alrededor hay gente buena por la que merece luchar. Estos días escucho a muchos contar sus experiencias, su dramática lucha contra la crisis social, efecto de la financiera. El puto paro de los cojones. No tenemos la culpa de ninguna crisis pero soportamos sus efectos, somos sus víctimas sin remedio. Y por medio hay gente sin alma que se aprovecha de los nobles de corazón....(sigue)

Yo, lo siento mucho, he llegado al límite. Tengo muchas ganas de contaros el alcance de la maldad que soporto desde hace meses y ya sé como hacerlo. Por derecho, con nombres y apellidos, algún documento que acompañe que no viene mal. Se me acabó la paciencia, no aguanto sus tejemanejes, los empresarios amigos de juergas costeras a los que beneficia, sus empresas y testaferros, las sospechas ciertas de sus decisiones encubiertas, el uso extraño del dinero y los recursos públicos, el poder mal ejercido, las decisiones arbitrarias, el acoso moral, laboral y político y la razón por la que ejerce la influencia que tiene sobre quien manda.

Lo siento, ha llegado la hora señalada. Te has pasado tres pueblos, cabrón. Procuraremos algunos que nunca más puedas hacer daño. Y si te da un patatus al saber lo que se sabe, te jodes y que te den. Estoy profundamente cabreado, mucho. Y es Navidad. Y estás en mi lista...no te tengo miedo".