Pelayo hoy, en el acto del aeropuerto, junto a Blanco, Menacho y Loaiza |
La figura tuvo su valor e importancia en su tiempo, por ejemplo en Francia, donde los alcaldes y alcaldesas han compatibilizado sus cargos con los de diputados y diputadas de la República. El debate no estalla en Jerez porque todo está muy controladito, pero internet es otra cosa. La delicada situación económica que sufre el ayuntamiento jerezano exige que su máxima responsable, María José García Pelayo (PP) sea una alcaldesa de 24 horas. Cualquier otra opción es un fraude político.
El creciente rumor de que Pelayo puede ser la número 3 de la candidatura del PP, que ella debería aclarar ya (si no lo ha hecho, por algo será), aumenta las dudas sobre la idoneidad de dicha decisión. En el PP se entiende como una baza llevar a alcaldes a Madrid y Sevilla, pero la gente opina de otra forma, lo tengo claro. Jerez la necesita a tiempo completo, no parcial y que quien lleve el mando no lo haga a distancia desde la Carrera de San Jerónimo. Concentrar cargos en las mismas personas frena el acceso a la política de otras caras, otras generaciones, que ya toca.
Los retos de la ciudad, su gravísima crisis financiera municipal, el deterioro del tejido empresarial, la ausencia de iniciativas de calado y la actual coyuntura económica global y en España son argumentos más que suficientes para que Pelayo se quede en Jerez. Es humano que albergue ciertos anhelos de compartir una megavictoria con Rajoy, hasta de ser algo más que alcaldesa (un cargo lleno de espinas por lo que ha comprobado), pero si ama Jerez se quedará. Es lo que opino como jerezano. Dicho queda.