Creo que el Ayuntamiento de Jerez tiene que darnos a conocer ya a los ciudadanos la lista de los funcionarios que cobran cantidades muy por encima de su cualificación y actuales funciones, y la razón por la que algunos laborales tienen contratos más propios de grandes multinacionales que de un consistorio como el nuestro, con indemnizaciones por rescisión de varios ceritos. Y tengo en mi mesa una larga lista de nombres y emolumentos que me provocan gran indignación como contribuyente. A mí, lo que me duele es que al PP jerezano se le llene la boca en privado sobre este asunto con críticas de grueso calibre y luego salga a la palestra en plan salvadores de la patria de los grandes contratos. La alcaldesa dijo ayer en rueda de prensa: "Qué sentido tiene que un señor esté ocupando un puesto, lo cesan, y pasa a ocupar otro y se le paga según el trabajo que realiza. Eso está en todos los guiones del mundo mundial, no del Ayuntamiento de Jerez, sino del mundo mundial, eso es algo justo que esta ciudad se merece y este Ayuntamiento también. Todo lo demás forma parte de elucubraciones que no son reales". Yo, lo que quiero de mi alcaldesa y equipo es que, de una vez, se sienten y cuenten cómo está el patio municipal de los contratos-pelotazo. Ahora bien, nadie negará que el anterior lo dejó todo atado, bien atado y bien remunerado. Así, las lealtades son eternas. Se entienden tantas cosas. Antonio Heredia escribe hoy en el Diario de Jerez: "Un empleo municipal sigue siendo un refugio al que se accede marcando una clave secreta, un pasadizo que se descorre con una contraseña, una bóveda custodiada por un retén amigo que te ilumina con sus antorchas".
