La senadora por Nueva York, Hillary Clinton apoya sin fisuras a Barack Obama. Su discurso, en 22 minutos, debería ser un ejemplo para muchos que, en su partido, han librado una batalla por ser candidatos Y no me refiero a Estados Unidos ni al Partido Demócrata. Hillary, en su discurso (pdf en El Mundo), muestra que la talla política no se adquiere con el tiempo, con la edad. O se tiene o no se tiene y los Clinton la tienen. Bill Clinton fue, probablemente, uno de los mejores presidentes de los Estados Unidos. Y Obama, pese a los agoreros que hablan de encuestas que nunca explican, va a ser el próximo presidente norteamericano. No hay que perder de vista lo que pasa al otro lado del Atlántico. El mundo va a experimentar un sensible cambio, quizás no tan rápido como esperan algunos, en medio de una grave crisis, y tras un presidente, Bush, que ha provocado que muchos en el mundo vean a los norteamericanos como lo que no son. Yo tengo siempre presente el recuerdo de Normandía. He estado en esas playas. Lo que espero que la guerra fria no vuelva a ser noticia. Hoy, en Ecodiario, leo que el presidente ruso, Dimitry Medvedev, ha declarado que Rusia pondría en marcha una respuesta militar si EEUU desplega su escudo antimisiles en Polonia. Bush debería estarse quietecito.
Hillary Clinton dijo ayer: "Barack Obama will end the war in Iraq responsibly and bring our troops home a firststep to repairing our alliances around the world", pero el público apenas reaccionó. La presencia norteamericana en Irak se entiende de otra forma. Os recomiendo abrir el discurso de Hillary y luego escucharlo en el vídeo. Y un dato sobre el espíritu de su opositor: "John McCain doesn't think that 47 million people without health insurance is a crisis". ¿Sabían ustedes que en Estados Unidos hay 47 millones de personas sin Seguridad Social? Aquí tenemos que preservarla, a toda costa. Es un lujo.
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