La revista se llama Vanity Fair, y el número cinco en España ha sido todo un suceso político, que ha coincidido con lo de los tres millones largos de parados, con lo que el departamento de agitpro lo ha aprovechado para mezclar churras con merinas y Pepe Blanco ha encontrado otro filoncillo con el locuaz Aznar. Puede estar contenta Lourdes Garzón, directora de la edición española de Vanity Fair, por la repercusión alcanzada.
Ella escribe en su blog: "Queríamos (hace casi un año,desde entonces vienen las negociaciones) contar cuál es la nueva vida de un ex presidente que convierte en polémica todo lo que toca, todo lo que dice, todo lo que calla. Convertirnos en su sombra durante uno de sus viajes, acompañarle en una de sus famosas conferencias en inglés, enterarnos de cuánto gana, dónde se aloja, quiénes son sus amigos, cuántas veces sigue charlando con Bush o con Blair, si echa de menos el poder… En nuestro reportaje está el 99% de las respuestas a esas preguntas. ¿Cuál echamos de menos? Sólo hubo una pregunta, y le hice muchas y algunas muy impertinentes, que no contestó. ¿Cuál ha sido la última vez que habló con el presidente Bush? ¿Por qué precisamente esa? El viaje con Aznar coincidió con la despedida de Bush del poder y con la llegada de Zapatero a la cumbre del G20. Un momento peculiar. Una excusa para hablar del poder. Este es nuestro titular de portada: “Es más fácil llegar al poder que dejarlo”. Como veis, abierto a muchas interpretaciones".