11 abr 2010

Caín, Abel, Pilar y la delgada línea roja de una ciudad chismosa



Cada vez que escribo sobre lo que pasa en mi ciudad me duele en el alma y uso este blog donde nadie tiene la osadía de ordenarme lo que he de hacer o decir. Yo nací frente a la estatura del General Primo de Rivera, en aquella Clínica del 18 de Julio donde ahora se sientan algunos sindicalistas. Así que ésta es mi ciudad por derecho propio, de nacimiento y porque aquí llevo toda la vida peleando, luchando y tratando de sobrevivir con dignidad.

Mi padre, al que echo de menos muchas veces, me enseñó que solo se puede ir por la vida de una forma: de frente. Y yo añado, siempre con la mano derecha libre, para blandir una espada virtual y defenderme o para estrechar la mano de quien me ofrece ayuda y a quien quiero ayudar, o para defender a mi dama de indeseables. La mano libre y también el corazón, y el alma. Y de pedigrí democrático que no me toquen los cojones esa caterva de estómagos agradecidos que se jactan de demócratas de toda la vida, a un lado y a otro del espectro político. En esta ciudad hacen falta gentes que trabajen de una maldita vez por el interés general y, qué quieren que les diga, las dudas me asaltan conforme uno escucha a unos hablar sobre los otros y viceversa (y no me refiero solo al PSOE, sino a PP, IU, PSA, PA y UPyD).

La actual alcaldesa, Pilar Sánchez, conoce la disciplina militar y hace falta dejarse de hostias, de traidores, de políticos que deberían besar el suelo de la calle Consistorio cada vez que salen porque tienen la suerte, el privilegio de representar los intereses de más de doscientas mil almas que no se merecen tamaño despropósito. Esta alcaldesa, que envió a la historia a Pedro Pacheco -democráticamente- tiene que trazar una línea roja en el suelo y definir, claramente, quién está a favor del progreso de la ciudad y quién se declara enemigo de ella (de la ciudad). A esos, ni agua. Y, de entrada y de una vez por todas, tiene que llamar a capítulo a Pedro Rollán, recordarle nítidamente su función y encomendarle que abra de una puta vez las puertas de la libertad en Onda Jerez Televisión, que no es propiedad de sus trabajadores, sino de todos los jerezanos/as que pagamos los impuestos para mantenerlos con trabajos, gracias a Dios, bien remunerados. Onda Jerez tiene que abrirse sin tapujos a la gente, pero no a esa galería de personajes que no desaparece nunca. Esos individuos/as puede que sean de Jerez, pero no del Jerez del siglo XXI, que respira otros aires. Libertad, debates, información pura y dura, sin miedo y a tumba abierta. Porque manda cojones que con la hoja de ruta que tiene Jerez, las noticias positivas que tiene en el plano económico y las posibilidades de su posición geográfica, no seamos capaces de ponernos la bandera blanca y azul en el corazón y no en la solapa, para presumir con el terno de Semana Santa, de Feria y de actos de rancio abolengo.

Yo que Pilar echaba mano de las personas que deseen trabajar por la ciudad, para primero encontrar una salida a la crisis financiera municipal -en la que todos, en mayor o menor medida, han tenido responsabilidad, y primero los sindicatos, que han estado ciegos, sordos e inactivos ante lo que pasaba en sus narices- y luego recuperar el orgullo. La política no está hecha por ángeles, sino por hombres y mujeres, por seres humanos. Y los políticos no son dioses, aunque a veces se lo crean. Dependen de nosotros, de un humilde voto en una urna. Las próximas elecciones locales van a ser a cara de perro, pero como esta gente no convenza a los electores que realmente les preocupa el interés general, la abstención hará ingobernable Jerez.

Admiro a Obama por muchas razones y no lo oculto, incluso por sus actitud ante el complicado hecho de asumir la presidencia de la primera potencia mundial. Durante su campaña, los asesores de Obama crearon un apartado en su web para desmontar los chismes, infundios, leyendas urbanas, o maldades de los conservadores. Pues bien, creo que eso vamos a tener que hacerlo en Jerez, porque esto es peor que la historia del perro de Ricky Martin.

Pilar Sánchez necesita dar un golpe de timón mañana, preparar concienzudamente, sin pelos en la lengua pero con el necesario talante que se debe tener en la política moderna, un encuentro que es muy importante no para su futuro, sino para el de una ciudad demasiado encanallada, incluso por periodistas con intereses empresariales y políticos nada solidarios con Jerez. Menos chismes, menos mala leche y más trabajar por Jerez, que nos lo merecemos, coño.