24 ene 2011

¿Diez años de cárcel?: Teo debe hacer algo



¿Diez años de cárcel? Hombre, comprendo la cosa, pero si yo fuera alguien o tuviera influencia en el Ayuntamiento de Cádiz intentaría arreglar esta movida que, a la larga, será noticia de alcance en España (acabo de escuchar a Hilario Pino en Cuatro). Además. Me cuentan que la asociación Iris Gallegos, de "The bright eyes society", ha logrado reunir 10.103 firmas de apoyo a la inocencia del ciudadano italiano Simone Righi, solicitando la retirada de los cargos presentados por el ayuntamiento gaditano.Teófila Martínez debería escuchar esta petición ¿no? El juicio ha sido hoy y alguien debería aplicar la sensatez. La historia es ya conocida y el vídeo, de la desaparecida emisora Canal Cádiz.. La Voz sigue el asunto

 La pesadilla de Righi comenzó en el año 2.007, cuando decidió visitar Cádiz acompañado de su pareja, Jo Fiori, y de sus tres perros, Holly, Vito y Maggie. La pareja buscó una residencia donde poder alojar a los canes durante cuatro días. Aconsejados por un policía, optaron por hospedarlos en la residencia privada de Puerto Real, previo pago. Transcurridos los cuatro días, la pareja volvió a recoger a sus perros, pero ya no estaban. Holly, Vito y Maggie habían sido asesinados junto con otros canes.

A los veinte días de lo ocurrido, el 7 de octubre del 2.007, se organizó en Cádiz una manifestación en repulsa por los crueles asesinatos de miles de animales de forma ilegal y cruel en la perrera de Puerto Real, donde Simone y Jo habían perdido a sus seres queridos. 

Alrededor de 2.000 personas, entre las que se encontraba la pareja, participaron en el acto. Coincidiendo con la concentración animalista se festejaba el día de la Patrona de Cádiz. Como parte del festejo, los miembros de la Junta Municipal y la alcaldesa acudieron a una misa celebrada en el convento de Santo Domingo,    cercano al lugar de la manifestación. 

Al finalizar la ceremonia, la alcaldesa y los miembros de la Corporación salieron escoltados por la policía. Algunos de los manifestantes, entre ellos Simone y Jo, se acercaron a la primera edil para expresarle su indignación por el asesinato de sus perros. 

Nadie pudo preveer lo que sucedió segundos después: Simone fue reducido por la policía, golpeado y maltratado como un criminal peligroso. La víctima pasó tres días en el calabozo, incomunicado (algo que no ocurre con asesinos confesos) , y dos meses en prisión preventiva, acusado de “intento de atentado, resistencia a los funcionarios públicos y alteración del orden público”.