Resulta triste comprobar que las navajas brillan entre compañeros y compañeras cuando no se satisfacen las ambiciones materiales. No sé como terminará la semana para algunas personas que aprecio de veras, pero otras, con sus comentarios, se vienen retratando como traidores en grado superlativo.
¿Oye, a ver lo de la imputación te termina afectando a tí? ¿qué hacemos? ¿nos inventamos algo? ¿pero tiene que ser creíble? La cosa llega a unos extremos realmente kafkianos y personales. Y se olvida a los amigos desautorizándolos estúpidamente con comentarios fuera de tono y crueles. Una pena de tiempo y apoyos desperdiciados.
La justicia se está tomando su tiempo y eso llama la atención porque interfiere absolutamente en la marcha de una ciudad. Diligencia, eficacia y no caer en las redes de quienes parece que intentan usar las togas para hacer lo que no tienen narices de hacer en las urnas o en el plano puramente político. Es el reto de quienes administran Justicia, en nombre de la Constitución. Hacer bien las cosas.