Es lo que siento, acabo de colgar el teléfono, de hablar con un periodista de la vieja escuela, ahora maniatado pero pronto en libertad. Y he hablado todos estos días con muchos compañeros y compañeros víctimas de una reconversión que apenas ocupa espacio en los medios, entre otras cosas porque a los empresarios no les interesa. Gente con experiencia y respeto por esta profesión en la que, azuzados por la crisis, se organizan, nos estamos organizando, movidos por el mismo interés: salir adelante con dignidad. Es posible, claro que lo es. Y estamos en marcha. Es emocionante, porque internet es una plataforma sin límites. Aunque ahora las autoridades estadounidenses hayan emitido una requisitoria judicial para exigir detalles sobre la cuenta de WikiLeaks en Twitter.
(Leer más) (Protesta el 15 de enero)
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