Lo siento por Rubalcaba, pero creo que en febrero, si nadie lo remedia, habrá un estallido social. La gente está, estamos, hasta los cojones y los ovarios -para que no se enfade Leire Pajín- y se imponen acciones imaginativas. ¿Y si un millón de personas se da de alta en el PSOE y otro millón en el PP? Y cambiamos de aires y de caras, y de ley electoral. Los pequeños gestos mueven montañas. Viva la acción directa (¿de qué me suena eso?, quizás de un sindicato que tumbó la Segunda República. No lo sé). Esto lleva varias semanas en la red, dando vueltas, subiendo en reproducciones. Como diría José Mota: "No digo ná y lo digo tó".