Sergio Rivero ha ganado esta noche Operación Triunfo. A sus 19 años, este canario, cajero de un hipermercado, ha tocado ya el cielo de la fama con sus dedos y con su voz de lujo, por educar aún más (lo siento por sus insignes profesores), va a triunfar. Pero que no le llamen "triunfito", como hacen esa panda de la telebasura con otros. Sergio será un crack, y le deseo que no termine crakeado como Rosa, víctima de una panda de desalmados. De todas formas, el ejemplo es Soraya. Ella quería ser la número 2 (como lo fue Bisbal). Ser el número uno no lo es todo. Ni muchísimo menos. Buenos chicos.