25 oct 2005

¿Podremos frenar esta locura independentista no consumiendo productos de Cataluña?

Como quiera que este comentario está generando no pocas reacciones, vuelvo a actualizarlo. Desde hace varios días circula en internet un correo electrónico en el que se sugiere hacer una campaña contra los productos cien por cien catalanes.

El correo informa sobre el origen de productos en un documento pdf dividido en dos columnas. En la primera aparecen los productos catalanes y en la segunda productos similares que no se hacen en Cataluña. Los foros de internet están que arden con esta cuestión. Simplemente teclead en Google "boicot productos catalanes" y ya veréis la de referencias que salen, algunas con la lista de marras. En Telecinco hablan incluso del texto del SMS.

Y el correo con las listas de productos sugeridos corre de boca en boca por todas las administraciones. Lo paradójico es que la lista con las sugerencias de los productos españoles se puede descargar de la web hipercatalana: http://www.softcatala.org/ Basta con teclear en Google "boicot productos catalanes" y buscar el archivo pdf que lleve asociada la web catalana.

Según Telecinco, un nuevo SMS empieza a circular al tiempo que el Estatut ha llegado al Congreso. El mensaje textual contiene lo siguiente: “El 70% del excedente de producción catalana se vende en el resto de España. El descenso en sus ventas de sólo un 10% enterraría el Estatut para siempre. Campaña un mes sin productos catalanes. Inicio de campaña el 1 de diciembre. ¿Entre todos podemos acabar con esta locura? Pásalo”. Todo un reguero de pólvora en busca de una chispa".

Los redactores anónimos del documento de sugerencias de productos españoles (muy bien elaborado) mantienen que, mientras al comprar los productos de la segunda columna, ese dinero se puede reinvertir en todo el territorio nacional (en un hospital en Sevilla, un colegio en Valladolid, una carretera en Cantabria o un centro de acogida en Murcia), al comprar los de la primera columna, ese dinero se lo quedarán exclusivamente en Cataluña.

Recuerdan los autores que cuando el boicot al cava catalan, por el ataque a la candidatura olimpica de Madrid 2012, surtió efecto, y tuvieron que dar marcha atrás.