Han pasado demasiadas horas sin que nadie -NADIE- haya hecho mención al incidente que, al parecer, se produjo esta semana con Pascual, jefe de fotografía de Diario de Jerez y autor de la instantánea del coche oficial de la alcaldesa en pleno lugar prohibido (justo enfrente de las sedes de dos diarios). La cosa ocurrió el mismo día que se reunía la ejecutiva provincial socialista para hablar de los candidatos.
Por lo que me ha contado el propio Pascual -que esperaba un comunicado o así de la Asociación de la Prensa de Jerez, me parece- resulta que dos trabajadores adscritos al servicio institucional de la alcaldesa le increparon, recriminaron y algunas cosas más en plena calle y con testigos por la susodicha fotito, que no les gustó un pelo.
Pascual, que tiene más tiros que Bin Laden, parece que se quedó de piedra cuando dejaba su moto encima de la acera. Lo contó en su diario a los compañeros, que alucinaron. Imagino que doña Pilar Sánchez, que ya no oculta la cercanía y mando en plaza (¿también en el partido?) de su viejo asesor de comunicación, le habrá pedido disculpas y habrá reprendido a su personal para que se abstenga de protagonizar dichas actitudes. Es lo menos que se despacha en talante.