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Por otro lado, el diputado señala que aunque es cierto que la demanda del acero en el mercado actual es bastante importante, “no es menos cierto que la rentabilidad de las acerías del tipo de la que se quiere montar en Doña Blanca depende mucho del precio de la chatarra, que es fluctuante, imprevisible y un elemento sujeto a la especulación”. Así, a modo de ejemplo, alude al caso de una acería similar en Vizcaya que hace pocos meses estuvo al borde del cierre debido a que el precio de la chatarra había alcanzado cotas que no lo hacían rentable. García apunta que desde Izquierda Unida “esperamos y deseamos, que en caso de continuar con el proyecto, se hagan los estudios de mercado y de coyuntura que garanticen la viabilidad del proyecto, no vaya a ser que nos encontremos con instalaciones fantasma, a lo que lamentablemente se está acostumbrando el paisaje de la Bahía”. El diputado indica que de acuerdo con la información de la página web de la propia empresa, se deduce que el tipo de producto que se fabricaría va dirigido al sector de la construcción –vigas, perfiles, redondos…-, “un sector que tampoco está en sus mejores momentos”, puntualiza. El parlamentario andaluz solicita finalmente, que en caso de que finalmente se opte por Doña Blanca para la instalación de la acería, se valoren convenientemente las tierras de los agricultores del poblado, “de manera que esta valoración se acerque aunque sea un poco, al precio que a la larga va a pagar el Ayuntamiento a empresas relacionadas con la CAI (Caja de Ahorros Inmaculada), en la ampliación del polígono de Las Salinas”.