Jimi es único. Y más con esta canción, de Bob Dylan, otro de mis estandartes. La recupero, sea cual sea la versión, cada vez que pienso en la vida, en la mía, en la de los demás que me han rodeado y a los que he brindado y brindo mi cariño, aunque me equivocara estrepitosamente. Da igual, en serio, ellos y ellas lo saben, se quedaron en la cuneta o simplemente tomaron otros caminos. No les guardo rencor.
Ciertamente, la felicidad en lo que haces, disfrutarlo cada día molesta a los mediocres, a los que te ponen chinas en el camino, que tú siempre saltas con gran estilo y sin perder la sonrisa socarrona. Hendrix forever. Rcuerda, es legítimo defenderse de ellos, y ellas.