Anda Pilar Sánchez, alcaldesa de Jerez, intentando que no pase nada el sábado, que no rechine la maquinaria del partido donde es secretaria general, el viejo PSOE. Y para ello no ahorra esfuerzos, aunque haya olvidado a quienes le consideraron en momentos más gloriosos.
Incluso se comenta que, aprovechando la ruta de Griñán de Sevilla a El Puerto, igual hace una escala en Jerez para cambiar impresiones con Pilar Sánchez ¿y otros? No sería de extrañar, siempre y cuando ese encuentro no sea interpretado mediáticamente de otra forma. Los tiempos son los tiempos y el proceso ha de ser impecable.
Dicen que ayer fue vista por los alrededores del Parlamento de Andalucía -dicen que le gustaría ser diputada autonómica- y comentan que buscaba el encuentro con la consejera de Agricultura, Clara Aguilera (la que decidirá sobre el presidente del Consejo Regulador de Jerez). ¿Hablaría a favor de alguien o en su contra? Eso es importante, y a cambio de qué.
Ahí lo dejo, pero me temo que Sánchez quiere asegurar a toda costa la pax romana en su agrupación, para que a partir de este sábado 18, cuando se le proponga, no haya ni comentarios negativos y menos obstáculos en su proceso hasta ser ratificada por la comisión federal de listas. Me encanta la copla de doña Marifé.